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Wednesday, November 14, 2012

“Cuidar de la salud es cosa de hombres: memoria de la Tercera Jornada Cubana de Estudios de las Masculinidades”





Por: David Llanes Labaut, Manuel Ampudia Pérez y Dayron Oliva Hernández. Foro Masculinidades en Cuba

La Habana. En los días 8 y 9 de noviembre de 2012, la Casa del Alba Cultural de La Habana fue sede de la Tercera Jornada Cubana de Estudios de Masculinidades, dedicada esta vez a la cultura de la salud en el cuidado de los hombres. Organizada por el Foro Masculinidades en Cuba y la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM), la nueva Jornada contó con el apoyo de la institución que sirvió de anfitriona, el proyecto Todas Contracorriente de la cantante Rochy Ameneiro, la Editorial de la Mujer, el Grupo de Reflexión “Oscar Arnulfo Romero”, así como de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Convocados/as con el lema de que “Cuidar de la salud es cosa de hombres”, el evento reunió a artistas, estudiantes y profesores/as universitarios/as, psicólogos/as, periodistas, especialistas, activistas, promotores de salud, entre otros/as, de varias provincias del país como Pinar del Río, Mayabeque, Artemisa, Matanzas, Cienfuegos y La Habana.  De esta forma, con el fin de incitar la reflexión e incidir en las políticas públicas y en los medios de comunicación del país, a través de paneles, audiovisuales y la música, la nueva Jornada promovió debates sobre las implicaciones socioculturales de las masculinidades en los hombres, que conllevan a serios problemas de salud, de violencia y de inequidades entre los hombres y con respecto a las mujeres.

Como organizador principal, el Dr. Julio César González Pagés, coordinador general del Foro Masculinidades en Cuba y de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM) dio la bienvenida al público presente en el auditorio y expresó que la edición de la nueva Jornada parte de la intervención de estudiantes con investigaciones de proyección social que visualizan problemáticas asentadas en la Segunda Jornada Cubana de Estudios de las Masculinidades, celebrada en abril de este año. En este sentido, destacó que se hará especial énfasis en una visión cultural sobre temas de prevención social: “La salud, al igual que la violencia, es una problemática social que está relacionada con los hombres. Muchas veces desde la cultura no tenemos respuestas para sus interrogantes; por eso, pensamos en la urgente necesidad de su estudio bajo el lente crítico de los estudios de masculinidades”, añadió.

De acuerdo con González Pagés, el tema de las masculinidades es una realidad, dada la voluntad política manifiesta en instituciones y universidades de toda Cuba, para lo cual construir puentes sociales, desde el activismo y la academia, resulta una emergencia. “Lo que se intenta es unir, y dar herramientas de cambios, a artistas, deportistas e investigadores”, señaló.

Epílogo, pieza musical interpretada al piano por el joven músico Rodrigo García Ameneiro, Embajador de la Cultura de Paz de la RIAM, fue la encargada de dar inicio al foro.
Mientras el dibujo animado Lavando calzoncillos, del realizador cienfueguero Victor Alfonso Cedeño, fue el primero de los audiovisuales que con fin un educativo se presentó, y que refleja en un día cualquiera de la vida cotidiana de una ama de casa, las desigualdades de género dentro del hogar a las que tiene que enfrentarse la propia mujer.
La muestra de varios videos realizados por integrantes del Foro Masculinidades en Cuba, introdujeron aspectos del debate sobre el cáncer de próstata, el uso de perlas en los penes, el abuso de anabólicos y aceite de maní en el fisicoculturismo, así como la violencia y el autocuidado en el fútbol callejero; que fueron abordados en el primer panel: Masculinidades y cuidados de la  salud en los hombres. Moderado por el Dr. Julio César González Pagés estuvo integrado por miembros del Foro antes nombrado: Yonnier Angulo Rodríguez, Alejandro Céspedes Morejón, Jesús E. Muñoz Machín y Enmanuel George López.

“El abuso de anabólicos y de aceite de maní en el fisicoculturismo en la ciudad de Pinar del Río”, fue el asunto tratado por el Lic. Alejandro Céspedes Morejón, quien explicó que los hombres que practican el fisiculturismo arriesgan su salud para llegar a los estándares de la moda, utilizando peligrosamente estos productos. A su juicio, para los hombres tener un cuerpo bien formado siempre ha sido una preocupación, esto supone que los diferencia de los demás y que exalta su figura y personalidad varonil.

“Todo tiene que ver con la cultura patriarcal en la que se han socializado. Lo irónico es que nunca se detienen a pensar que el empleo de estos productos es perjudicial para su salud, así como su iniciación –al fisiculturismo- a edades tempranas. Ninguno quiere admitir la práctica riesgosa que están realizando por puro machismo, porque en la concepción de los hombres está bien claro que nunca nos equivocamos. Debemos incentivar la visualización de este flagelo a través de los medios de comunicación para prevenirlo”, aseveró.

Por su parte, “Deporte, violencia y autocuidado” fue abordado por Jesús E. Muñoz Machín (estudiante de 5to año de Periodismo en la Universidad de La Habana) junto a José Raúl Aragón (estudiante de 3er. Año de la Universidad de Cultura Física de Pinar del Río). Muñoz Machín habló sobre la investigación, que se basaron en una serie de entrevistas a jóvenes practicantes de fútbol callejero, que no se han preocupado por la salud y el autocuidado, en el reparto Diez de Octubre, en la ciudad Pinar del Río: “La opinión de estos jóvenes es que se debe imprimir dosis de violencia en las prácticas deportivas por el hecho de ser hombres. Además, en su totalidad, refieren que jugar lesionado es un rasgo de masculinidad que los enorgullece a todos, por lo que el autocuidado queda un poco a la suerte”, indicó.

Al respecto, González Pagés estimó que existe mucha permisibilidad social, por desconocimiento, en relación con la venta de anabólicos y de aceite de maní “Como estos temas han tenido poco campo teórico, queda entonces en manos de la medicina. Hasta ahora, estos problemas se ubican en los hombres y las masculinidades. El tema de la salud y los hombres no es solo una preocupación, para lo cual se debe fomentar el diseño de una política pública”, manifestó.
“El cáncer de próstata”, fue el estudio de caso comparativo presentado por el historiador Yonnier Angulo Rodríguez, teniendo en cuenta un consultorio del médico de la familia en Luyanó (municipio Diez de Octubre). Advirtió que es una de las enfermedades que más muertes provoca en los hombres, pues el hombre a raíz del modelo hegemónico de masculinidad no tiene conciencia de su autocuidado.

“El tacto rectal es impracticable para los hombres. Las mujeres son más receptivas a la hora de tratar el cáncer de mama. Debemos trabajar con los medios para hacer más fácil el trabajo de los médicos en la prevención y el tratamiento del cáncer de próstata. Los hombres se ofenden cuando se les pregunta si se harían el tacto rectal para diagnosticar el cáncer de próstata”, reveló Angulo Rodríguez.

En este sentido, el moderador del panel, González Pagés, complementó lo planteado: “Todo esto evidencia las implicaciones del machismo en la salud para los hombres, puesto que muchas veces prefieren morir que penetrados por un dedo”.
Con la exposición “Perlas en los penes”, Enmanuel George López, estudiante de 5to. año de Historia de la Universidad de La Habana,  cuestionó los mitos en la construcción de la masculinidad a partir de la sexualidad y las consecuencias –que incluyen infección y amputación- para los genitales de los jóvenes que se ponen perlas.
“La construcción social del hombre como experto en la sexualidad provoca la práctica mencionada. Este fenómeno forma parte de la construcción de la masculinidad hegemónica en los jóvenes. La colocación de perlas en los penes es una moda entre los jóvenes cubanos bajo la consigna de hacer gozar a las mujeres. El servicio militar y las escuelas becadas al campo son los lugares en los que con mayor frecuencia se observa la perjudicial manifestación de la masculinidad hegemónica”, denunció George López.

Desde el público, Alexis Carmona, integrante del Foro Masculinidades en Cuba, valoró que como parte de sus estudios de maestría en temas de fisiculturismo, los jóvenes cubanos se niegan a reconocer la utilización de estos productos químicos, anabólicos, esteroides, mantequillas y aceites de maní; lo cual ha ocasionado un problema mayor, ya que el desconocimiento de estos productos y su uso constituye un verdadero peligro para la salud de los practicantes. “Hay más de 300 gimnasios en La Habana, donde sus dueños venden inescrupulosamente inyecciones de aceite de maní y anabólicos. Es alarmante la cifra de jóvenes afectados que llegan a los hospitales a lo largo de todo el país. Yo creo que la Federación de Fisiculturistas debe regular esos gimnasios”, precisó.

Por su parte, la Dra. Beatriz Torres Rodríguez (psicóloga y presidenta de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad, Socumes) apuntó que no se puede dar un mensaje de miedo y que los medios tienen el poder de incidir, y que los especialistas deben hacerse partícipes de la orientación y de la capacitación acerca de los temas. “Debemos aunar esfuerzos, no debemos trabajar por campañas unilaterales; el cuerpo es mediador de los problemas y estos problemas no son de ahora. El tema se debe sistematizar y brindar la información adecuada”, acotó.

José Raúl Aragón manifestó que, desde su experiencia como profesor de fútbol en categorías infantiles, ha visualizado la necesidad de trabajar con los más pequeños a edades tempranas, para enseñar el autocuidado y que se sienta como algo orgánico en la conciencia de los menores.

La psicóloga Judith Corteza, de la Universidad de Ciencia Médicas de Matanzas (UCM), señaló que es buena la actividad de los jóvenes como visualizadores del tema. “Los hombres y las mujeres tenemos la necesidad de encontrarnos con temas como estos. Debemos acercar el diálogo entre los hombres y las mujeres”, sugirió.

Dayron de León, sociólogo y bailarín, reconoció que la sociedad cubana está insertada en el culto al cuerpo y la metrosexualidad que supone éxitos para los varones. “Debe existir una comunicación entre los académicos y el sector de la salud. Hay que sostener el mensaje en el tema para poder influir y hacer llegar la prevención, así como ilustrar y ejemplificar las consecuencias del problema”, aludió.

En su intervención, la Dra. Vanessa Vázquez, profesora de la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana, ilustró una investigación comparativa sobre el cáncer en la próstata entre hombres rurales de Matanzas y citadinos de La Habana, la cual arrojó la persistencia de imaginarios y prejuicios alrededor de los hombres con gran nivel de desinformación, sin importar el origen.
Al debate sobre los estereotipos de las masculinidades en videos de promoción y musicales sobre el VIH/SIDA, estuvo dedicado el segundo panel Masculinidades y VIH SIDA, integrado por Raúl Requeiro, especialista sobre el VIH/SIDA, y el sociólogo Dayron de León.

“¿Están representados todos los hombres en las imágenes que promocionan la prevención del VIH” Fue la pregunta con la que comenzó su intervención el especialista en tratamiento y prevención del flagelo, Requeiro. Uno de los objetivos aclarados por el experto fue la actualización del conocimiento sobre el SIDA y a su vez brindar herramientas para elaborar materiales de prevención del VIH que lleguen a todo tipo de persona: “Porque cuando el mensaje es más claro, todos los sectores se sienten identificados y se reportan  mayores beneficios”, especificó.

Mientras, Dayron de León compartió una parte de lo que fuera su trabajo de licenciatura en sociología: “Análisis de contenido de los materiales audiovisuales que componen las campañas de prevención de VIH”. En su explicación, de León se centró en cómo la utilización de diversos estereotipos de género en los audiovisuales que promueven la prevención del VIH, son perjudiciales para el desarrollo pleno de hombres y mujeres y refuerzan las discriminaciones por razones de género. “La mayoría de las veces estos estereotipos influyen negativamente en las prácticas sexuales de los géneros y los expone a situaciones de riesgo ante la enfermedad”, concluyó.

Con la presentación de un audiovisual realizado por dos integrantes del Foro Masculinidades en Cuba, Luis Ángel Pérez y David Llanes Labaut, estudiantes de 4to. año de Historia de la Universidad de La Habana; se incitó la reflexión sobre otra de las enfermedades de transmisión sexual que más afecta a los hombres y mujeres, y que en los espacios de debate no se habla mucho de ella. En este sentido, hicieron alusión al virus del papiloma humano (VPH) que se adquiere por la práctica de sexo oral desprotegida y que constituye un factor de riesgo para el cáncer de laringe en los hombres.

A partir del mencionado audiovisual, Luis Ángel Pérez explicó que es un flagelo que bien merece nuestra atención porque al igual que el VIH aflige sin distinciones de género y sexo, y que a pesar de ello la mayoría de la personas no tienen conocimientos acerca de la problemática. “Sabemos que perjudica a las mujeres, pero en los hombres se convierte en factor de riesgo para el cáncer de laringe, que provocó en el año 2011 la muerte a 664 hombres y 88 mujeres”, indicó.

Por su parte, David Llanes Labaut argumentó que es un padecimiento que desde los enfoques de la medicina ha sido ampliamente estudiada, pero que la cultura y la academia no tienen una mirada crítica a la hora de visualizar el problema. “De ahí la importancia de unificar los esfuerzos académicos y médicos para crear una cultura preventiva y poder combatir con éxito la enfermedad”, enfatizó.

Por otro lado, Raúl Requeiro aclaró que la frase que dice que el VIH no tiene cara es estigmatizante, porque el VIH sí la tiene y puede ser la cara de cualquiera porque no se lleva por fuera y no se tiene un cartel que diga que lo padecemos.

“Yo llevo 16 años con VIH y nadie puede decirlo porque simplemente no se ve, la cuestión es sencilla, es un tema que hay que afrontarlo con dignidad y claridad. Tiene que ver más con los comportamientos sexuales aprendidos; si no se aprende te expones y si te expones es tu responsabilidad. Por eso debe haber más claridad en los temas de sexualidad para conocernos mejor y poder avanzar hacia una cultura del autocuidado”, señaló Requeiro.

Con respecto a la mayor difusión de la información, el Dr. Julio César González Pagés expuso que todas las personas nos comunicamos a través de las diferentes redes sociales y sin embargo no las vemos como posibles vías de transmisión de las campañas de prevención, por lo que los invitó a que no le dejemos solo la tarea a los medios habituales de comunicación.

Durante la tarde, la Tercera Jornada Cubana de Estudios de Masculinidades reanudó su programa con la presentación del habitual espacio de debate “Mirar desde la Sospecha”, coordinado por la académica Danae C. Diéguez y las periodistas Helen Hernández y Lirians Gordillo. En esta ocasión, se refirió al tema “Hombres desde el arte por la No violencia contra la mujer”, y el panel estuvo integrado por el Dr. Julio César González Pagés y los realizadores Ernesto Pérez Zambrano, Victor Alfonso Cedeño y Alejandro Gil.

Día dos: 9 de noviembre

El segundo día de la Tercera Jornada Cubana de Estudios de Masculinidades dio inicio con la proyección del documental Mírame mi amor (2002), de la realizadora Marilyn Solaya, que aborda la problemática social de los masturbadores y exhibicionistas públicos, a partir de testimonios de mujeres víctimas, de masturbadores, y que además incluyó entrevistas a especialistas como psicólogos/as y jurídicos.

De acuerdo con el Dr. Julio César González Pagés, organizador del evento, este documental resulta el producto propicio para iniciar una nueva sesión de debates enfocados al delicado asunto de la violencia sexual en contra de las mujeres llevado a cabo por los hombres que irrumpen sin justificación los espacios públicos con sus genitales. “Urge divulgar este tipo de tema en los medios de comunicación y contrarrestar este flagelo desde el debate y el conocimiento”, señaló.  

De esta forma, unido a un corto audiovisual confeccionado por miembros de la RIAM para la ocasión, dicho documental sirvió de antesala para el panel Masculinidades y masturbadores públicos, moderado por González Pagés, e integrado por la realizadora Marilyn Solaya, la Dra. Beatriz Torres Rodríguez (psicóloga y presidenta de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria de Estudios sobre Sexualidad, Socumes) y la cantante Rochy Ameneiro (líder del proyecto Todas Contracorriente).

En palabras de Marilyn Solaya, aunque Mírame mi amor ha sufrido la negativa de los medios de comunicación cubanos desde su realización, como tesis de graduación de investigación social del Instituto Superior de Arte (ISA), su finalidad era mostrar una realidad oculta. “Es el más necesario de todos mis documentales. Ahora que estoy más informada que en la época cuando lo elaboré, es importante poner en perspectiva la masturbación pública como un fenómeno de la sociedad machista y patriarcal que recae con su gran peso sobre los hombres, obligados a ser machos, varones, masculinos”, señaló.

Por su parte, para la psicóloga Beatriz Torres Rodríguez, diez años después se mantiene la vigencia que reflejaba el documental, pues todavía existe la naturalización de los espacios públicos o zonas de masturbadores: Universidad de La Habana, Avenida de los Presidentes o G, bosque del Clínico de 26, puente de Alamar en el municipio de Habana del este, entre otros. Asimismo, ubicó la masturbación o el exhibicionismo público desde una definición propia de un tratamiento clínico, o sea, como una parafilia, cuando solamente la persona siente placer por esa vía. Aunque reconoció lo complicado que es tratarlo como un tipo de comportamiento parafílico en el sentido de las patologías y en el marco de la naturalización que se halla a nivel cotidiano, asociada esta a una conducta anormal o enferma de las personas que lo practican. No obstante, como problemática social, más allá del debate de hasta dónde es genético o aprendido, advirtió que en la actualidad la situación se ha complejizado, pues los masturbadores públicos, a su juicio, son violadores en potencia.

“Hay que trabajar en conjunto con la víctima, el victimario y la revictimización, a partir de una perspectiva social de educación, orientación y tratamiento quien lo lleva. Si bien hay casos que lo reflejan como una enfermedad, no debemos buscar las causas en patologías como formas de abordar la temática, sino que debemos orientar a la sociedad”, declaró.

A su vez, el moderador González Pagés refirió que es saludable abordar el problema de los masturbadores públicos desde la salud, no para provocar escándalos, sino para llevar a debate social algo que está ahí latente y que afecta a muchas mujeres. Mostró su preocupación de que este fenómeno se ha masificado, incluso con la participación de hombres jóvenes, con una complacencia social alarmante sin que las autoridades tomen cartas en el asunto.

“Existen estereotipos peligrosos desde el exterior sobre Cuba como país con masturbadores públicos. La masturbación pública es violencia en contra de las mujeres ejercida por hombres; esta tiene que ver con actitudes que se generan desde el desconocimiento y el machismo. En realidad, son agresores sexuales que irrumpen en la vida social. De lo que se trata es de unir esfuerzos en red, en cooperación con las distintas instituciones, con militancia en el tema, para así trabajar desde la prevención social”, explicó.

Con extrema valentía la cantante Rochy Ameneiro narraba su horrible experiencia con un agresor sexual que casi la viola en su propia casa. En su opinión, la vigencia del documental radica en que la masturbación pública provoca tensiones y problemas en las mujeres que se sienten desprotegidas por la ley, debido a que estas son leves y permisibles con los hombres que hacen este tipo de cosas. “Al que tiene un certificado de parafilia, la policía solo le pone multas; de modo que lo seguirá haciendo como si fuera una patente de corso. La policía no tiene la solución porque las leyes no los amparan”, lamentaba.

En su intervención como público asistente, Graciela Morales Pacheco, directora de programas de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude), opinaba  que el documental colocó el tema, el cual debe visualizarse mucho más. Sugirió que esta problemática debe abordarse a través de la violencia de género, aprovechando la legitimidad que tiene el enfoque de género en todo el país. “Lo que hay que discutir es sobre las acciones afirmativas que se concretarán y responsabilizar institucionalmente a la sociedad. La represión no es la manera de enfrentar el asunto, hay que ser proactivos y llevar a cabo además un proceso de denuncia a nivel comunitario e insistir en la educación”, recalcó.

El moderador González Pagés coincidía en que la violencia no era la forma adecuada para enfrentarse a la masturbación pública y que se debía involucrar más a los hombres en debates con estos temas para generar conciencias. Asimismo, distinguió el sentido histórico que ha tenido la masturbación pública, al presentar casos de denuncias de ese tipo formuladas contra hombres durante el siglo XIX en La Habana; lo cual ubica el fenómeno en la lógica de la cultura de la masculinidad del machismo. “Hay que crear redes sociales con instituciones que incluyan programas en contra de la violencia de género”, puntualizó.

Incorporada al panel, la Dra. Caridad Teresita García Álvarez, aludió a las experiencias de su labor como psicóloga en casos de masturbadores públicos que van a consulta. Desmitificó la creencia popular de que los masturbadores públicos no violaban, pues, a su juicio, los pacientes con parafilias como exhibicionistas han evolucionado en sentido negativo. “Las instituciones deben tomar un papel más activo, no todo es cuestión policial. Hay que tratar con la población que no debe enfrentarse a esta violencia con más violencia. A los niños y las niñas se deben educar en la sexualidad tempranamente, sobre la base de que la masturbación es un acto o práctica privada y no pública”, concluyó.

De acuerdo con la periodista norteamericana de Radio Habana-Cuba, Emo Gene, dadas sus vivencias con masturbadores cubanos, ubicó las causas de este fenómeno, en su criterio, común, a partir del uso, control y dominio de los espacios (hogar, trabajo, etc.) ligados al machismo, y de los problemas socioeconómicos y de vivienda que provocan en los hombres comportamientos violentos.

Para Mareelen de la C. Díaz Tenorio, coordinadora del Programa Equidad del propio Grupo de Reflexión y Solidaridad “Oscar Arnulfo Romero”, el problema que acarrea la masturbación pública va más allá de la cuestión de la vivienda y la economía, hacia la cultura que se ha legitimado con el patriarcado, razón por lo cual las mujeres son las principales víctimas de generación en generación. “Para el tratamiento de este comportamiento debe haber una alianza entre salud pública, la policía y las leyes”, subrayó.

Joan Mosquera, estudiante de la Universidad de La Habana, destacó que es importante la militancia social para palear las problemáticas de este tipo. Lamentó de las malas experiencias en la expulsión de masturbadores del recinto universitario que han afectado la dinámica estudiantil, sobre todo para las mujeres. Si bien reconoce que la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) debe crear mecanismos para evitar este fenómeno, cree que la familia es un factor de solución determinante. “Debemos ocupar los espacios de los masturbadores, no desde la violencia, sino con propuestas y programas de prevención social para jóvenes”, opinó.

Por su parte, para la bloguera Yazmín Portales debe haber una intervención policial más enérgica en las zonas de masturbadores públicos, para así evitar la naturalización de estos espacios para esas prácticas. En efecto, todo ello esconde un mal mayor: “La incapacidad de los mecanismos legales para enfrentar la violencia de género, respetar los derechos de las víctimas y castigar a los culpables”, afirmó.

Como invitado especial a la Jornada, el Dr. Juan Guillermo Figueroa, del Colegio de México, tuvo a su cargo la intervención especial en el último panel Masculinidades y salud sexual reproductiva, con la conferencia “Comportamiento reproductivo, sexualidad y varones: ¿conceptos ambivalentes desde los modelos de masculinidad vigentes?”; la cual propuso un debate muy importante para nuestro país, puesto que es un tema en ciernes, en opinión del Dr. Julio César González Pagés.

Al abogar por los derechos sexuales y reproductivos de los varones, Juan Guillermo tuvo el objetivo de cuestionar la lógica del patriarcado en cuanto al modelo machista de ser hombres, a partir de reflexiones sobre tres dimensiones: la reproducción, la sexualidad y la salud; y que apunta su interés por la incorporación de estos como sujetos activos de políticas públicas de salud y reproducción en pleno ejercicio de igualdad con respecto a las mujeres que han sido con justeza el centro de atención en ese sentido. “Una de las consecuencias del patriarcado es que los hombres no se ven, no son nombrados. Debemos ponernos ante un espejo, debemos revisarnos. Trabajar masculinidades es provechoso para la salud, pero doloroso al mismo tiempo”, agregó.

El eje de la conferencia se ubicó desde la experiencia de los hombres en la necesidad de transformar la masculinidad que provoca tensiones y dolores en los hombres, esa “frágil” identidad masculina que se asocia con la negación de los malestares, la violencia, la muerte, las actitudes temerarias, la competitividad constante, la homofobia. “De lo que se trata es de asumir responsabilidades por lo que hacemos y cambiar desde adentro. La gran perversidad del modelo patriarcal de masculinidad es que el hombre no pide ayuda, en la forma de aprender a ser hombre uno aprende a morir como hombre. El principal factor demográfico asociado a la sobremortalidad es el hecho de ser hombre-varón”, sentenció.

Sobre la base de las tres dimensiones, Juan Guillermo revisó críticamente los modelos de socialización de la masculinidad, la medicina, la demografía, el lenguaje cotidiano, el feminismo y los organismos e instituciones internacionales de salud, los cuales invisibilizan los cuerpos de los varones como objeto de cuidado o como objeto de intervención pública, a la vez que niegan la posibilidad de participación de estos en el embarazo y el cuidado familiar. “Si se les exige mayor responsabilidad social, resulta contradictorio qué tanto es negociable la forma en que los varones viven y asumen las sexualidades”, refutaba.

De ahí que su propuesta (que necesita lenguaje) refiera a mujeres y hombres de manera relacional y equitativa, resignifique el “ser hombre” con la sexualidad y los cuerpos como herramienta lúdica, las identidades y relaciones de género, el poder, la eroticidad, entre otros aspectos; para que en un final se redescubra otras maneras de masculinidad. “Soy a través del cuerpo, es parte de mi”, advirtió.

Como la perspectiva de género nos muestra que no todos los varones viven igual la salud, la reproducción y la sexualidad, en tanto experiencias contradictorias, la intención de Juan Guillermo supone documentar modelos hegemónicos y subordinados de masculinidad, diferencias y semejanzas, etc. Es por ello que estableció dos estrategias a seguir: el cuestionamiento de los modelos de masculinidad y las experiencias en trabajos de salud con hombres.

En las palabras de clausura del evento, el Dr. Julio César González Pagés hizo un llamado a cohesionar las acciones y las investigaciones entre las instituciones políticas y sociales, la academia, el activismo y los medios de comunicación, teniendo en cuenta los cuestionamientos realizados durante la Jornada a las temáticas relacionadas con la masculinidad y la salud. Además, lanzó la convocatoria para la próxima Jornada a efectuarse en febrero del próximo año. El cierre estuvo a cargo de la proyección de un videoclip “Sin pasaje de regreso” del cantante Elain Morales, artista comprometido con la RIAM en la campaña por la no violencia contra las mujeres y las niñas.

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